Así de simple
¿Por qué una mujer llora?
Esta mañana no sabe cómo responder
a esa pregunta ni otras similares,
estudia el reflejo de su rostro en la ventana
reconoce el gesto perdido de su padre.
Ese día a todos los lugares que fue
lo hizo caminando sobre su propio pasado.
Siente la porosa fragilidad
de la madera balsa, también
siente la arena extendiéndose contra el mar.
A veces es posible estar en un sitio
y al mismo tiempo en otro, intuye.
Sigue tejiendo un pañuelo verde
“Si estuviera muerta – se dice,
no podría tejer un pañuelo de lana verde”
Todo es así de simple
Unas palabras echadas
mientras teje sin mirar el océano,
la marea se retira arrastrando
peces, pequeñas rocas, restos.
A ella le estamparon el miedo como
una marca de agua en plena frente.
Aprendimos a temer con cada sorbo
de leche materna o de fórmula
Nadie esperaba que sobreviviéramos
Y menos que nos quedara fuerza suficiente
para extender juntas, cada vértebra al sol.