Vestido de quince
Lágrimas o pedazos de cielo
las piedras cosidas sobre la tela blanca.
Cómo reluce el recuerdo
una máquina que proyecta
sin diferenciar ya el pasado o el invento,
una máquina que superpone mi historia
a cualquier otra.
Entro a un salón del brazo de mi papá
estamos nerviosos
me agito arriba de unos tacos blancos.
Mi cara tiesa, los cachetes colorados.
No creemos en esto.
Cruzamos la puerta, nos aplauden.
¿A qué mundo estoy entrando esta noche?