Bruxismo
Me dijiste que mis colmillos
están demasiado gastados para mi edad,
como si tuvieran la cabeza baja.
Tu mordida es recta como un murito
donde apoyamos el pie y la birra
para mirar el atardecer.
Capaz que eso es la vida,
lobos entre perros pacificados,
el primer sol que enterramos,
mezcla de afecto y desprecio.
De lejos, todo parece igual.
Sos un bicho terrible,
como las moscas o algunos felinos.
Te lo dije, y me respondiste:
no hables así, que soy bruja.
Sonrío y digo te amo,
pero no voy a masticar ninguna placa.
Todo lo que cava me lleva en las manos.