llevaba a la playa
mis revistas de historieta
mi necesidad de agua
en los negocios de canje
fue Stevenson
un pirata
a los diez años
no era un mercenario
era un hombre que se aventuraba
a cruzar los mares
en pedazos de madera
pelear por su vida
y gritar tierra
luego comprendí
el mar es un espectro
un racimo de nosotros
atrapado
en la profundidad latente
como la infancia