la estepa florecida

Misael Castillo

hasta con la herramienta más dura
se puede dibujar un ave

Toma la maza y el cincel
y doma un animal salvaje.
Busca la forma
que tiene la belleza
después del dolor.
Tiene los poros tapados de aserrín,
así y todo, son
muy suaves sus manos.
Aunque parece que lastima,
en realidad,
dibuja la madera.
Explica y continúa.
La lija
no come al pino
lo acaricia.