El mensaje
Para decir que hay viento
mi madre dice que se mueven las cosas.
Esa palabra que su lengua olvidó
se parece a un planeta extinguido,
cuya silueta todavía da luz.
Hablar del viento sin nombrarlo
precisa otra manera de unir los engranajes.
Sí mami, yo te entiendo.
Ahora veo agitarse las ramas de mi sauce
como un hombre enojado con su sombra
y si acá hubiera un pino, desprendería agujas
que yo recogería para abonar la tierra.
Los días son más cortos,
habrá que acostumbrarse.
Tengo el saco de lana en el respaldo de la silla.
Cada mañana te repito
que los chicos ya no viven aquí.